Reflexiones sobre el Seve Ballesteros

El Seve Ballesteros puede y debe convertirse en la referencia del bajo coste del norte de España.

Partiendo del punto en el que este artículo es totalmente subjetivo, como cántabro que vive lejos de la tierruca y con la perspectiva de usuario habitual del Aeropuerto de Santander, quiero reflexionar un poco sobre lo que el Seve Ballesteros es hoy y lo que podría ser en un futuro.

Bien es sabido que siendo poco más de medio millón de cántabros, la lógica diría que teniendo un aeropuerto internacional como Bilbao a 90 km del nuestro, el aeródromo de Parayas apenas tiene sentido. La verdad es que hasta que no llegó Ryanair en 2005 todo apuntaba a que sí, pero de pronto y en pocos años, se quedó pequeña la terminal y en 2012 llegamos a pasar del millón de pasajeros anuales. Una locura para los que conocimos los tiempos en que el mayor gozo diario de los aficionados a la aviación era ver aterrizar y despegar entre un zumbido ensordecedor los viejos Fokker de Air Nostrum que conectaban Santander con Madrid y Barcelona.

13174119_1094474247274372_3590786698908905681_n
Foto de Pablo Rebolledo

La llegada del bajo coste trajo de la mano una apertura de oportunidades para la región, directas a través de los empleos que genera el aeropuerto, e indirectas a través de las inversiones y turismo que se empezaron a mover. Los cantabros no sólo pudimos empezar a conocer capitales europeas en escapadas de fin de semana, si no que a nuestra región empezaron a llegar gentes buscando algunas de la miles de cosas que podemos ofrecer.

Hoy en día se critica mucho que las aerolíneas operen subencionadas, personalmente, pienso que es dinero público que da mucho más rédito que el regalado a muchas asociaciones o malgastado programas absurdos (y en Cantabria no faltan ejemplos de ello). Es dinero invertido en facilitar las comunicaciones y promoción de un lugar, lo que siempre que se haga de manera cabal, acabará teniendo un rédito, bien por el movimiento de turistas que genera, los empleos que una infraestructura como un aeropuerto genera, las oportunidades de negocio que facilita, la promoción de la región y sus activos, etc.

El Seve Ballesteros puede y debe convertirse en la referencia del bajo coste del norte de España, por muchas razones. Se tiene constancia de que no sólo la gente de Cantabria y provincias limítrofes usan el aeropuerto como punto de embarque, no es raro encontrar gallegos, aragoneses, navarros o leoneses entre los viajeros. ¿Por qué? Precio, facilidad de acceso y sin duda, oferta. En un país con más aeropuertos por habitante que ningún otro en europa, la clave para este sea rentable, y según AENA, el Seve Ballesteros lo és; es diferenciar el producto ofertado.

Y en este sentido, ya hay mucho hecho: la facilidad de acceso del aeropuerto por carretera, su proximidad a Santander, una infrastructura de pasajeros infrautilizada y un aeropuerto que está al 50% de su capacidad aproximada (sin considerar ampliaciones de horario), son sólo algunas de las ventajas que tiene respecto a aeropuertos vecinos. Otras distinciones es la potencial integración con el Puerto de Santander dada la proximidad entre ambos, la oferta de destinos exclusivos como Edimburgo o la nueva ruta a Varsovia, la consolidación de una oferta de bajo coste existente desde 2005 y cómo no, el atractivo turístico de Cantabria.

12923326_1070096646378799_8748587579565683092_n
Foto de Alberto Montes

Lo que realmente hace falta es un consenso a nivel regional entre las diferentes partes implicadas, empezando por los ayuntamientos  de Camargo y Santander, el gobierno regional, el sector privado (turismo y hostelería), empresarios, usuarios, AENA, el Ministerio de Fomento (ahora más que nunca con el ministro De La Serna) y aunar las sinergias de los diferentes intereses de todas estas partes. La creación de un comité de coordinación del aeropuerto es un paso imprescindible para empezar este movimiento que permita coordinar las diferentes necesidades que requiere la labor de convertir nuestro aeropuerto en una referencia. Cantabria por si misma ya atrae mucho turismo a través de su aeropuerto, y permite que los cántabros podamos viajar a más destinos. Posibilitar comunicaciones es posibilitar oportunidades de negocio, culturales y sociales algo de lo que nuestra región carece en parte en las últimas décadas. Independientemente de la ideología, orientación política o empresarial, el interés de la región y de los cántabros es lo que debe primar a la hora de tomar decisiones y actuar respecto al aeropuerto.

Muchas oportunidades se han dejado pasar, sería una irresponsabilidad como comunidad dejar pasar esta de convertir el aeropuerto en uno de los motores de Cantabria. La responsabilidad de que no ocurra es de todos, desde el primero de los cántabros, el presidente de la comunidad hasta mí, que me encuentro a 10.000 km de la tierruca en éste momento. Luchemos todos juntos por algo que realmente merece la pena.